Es de suma importancia cuidar de tu silla dental. Esto también ayuda a asegurar que la silla funcione correctamente y tenga longevidad. En buen estado, la silla ayuda a mantener a los pacientes cómodos y seguros durante la sesión. Aquí hay algunos consejos simples diseñados para ayudarte a cuidar bien tu silla dental.
Qué hacer y qué no hacer
Cuidar de tu silla a veces necesita un poco de ayuda. Pero las indicaciones sobre lo que se debe hacer y lo que no ayudan. Algunas cosas clave para recordar:
Cosas que debes hacer:
Seguir las instrucciones: Siempre sigue las instrucciones del fabricante para limpiar y cuidar tu silla. Son los expertos quienes mejor saben cómo cuidar la silla, por lo que ellos son los que escriben estas instrucciones.
Soluciones de limpieza seguras: Asegúrate de que las soluciones de limpieza sean seguras para tu silla. Evita los productos químicos fuertes que podrían dañar los materiales.
Prueba nuevos limpiadores: Si deseas usar una solución de limpieza diferente, pruébala primero en un área pequeña y poco visible de la silla. De esta manera sabrás si es segura para la silla antes de usarla en todas partes.
Cubre tu silla — Cuando la silla dental no esté en uso, úsale una cubierta. Esto la protege del polvo y los desechos que se asientan en la silla, haciéndola más fácil de limpiar después.
Lo que no debes hacer:
No uses químicos fuertes: No uses lejía ni químicos fuertes que puedan dañar tu silla. Hay materiales que pueden arruinar el tapizado y otras partes funcionales de la silla.
Nunca saltes sobre o alrededor de la silla. Demasiada humedad puede causar el crecimiento de moho o mildiú, lo cual no solo es malo para la silla sino también para la salud de quien la use.
No apliques demasiado peso en la silla; no dejes que muchas personas o equipo pesado se sienten a la vez en ella.
Usa la silla solo para trabajos dentales: Usa la silla solo para trabajos dentales. Usarla por razones alternativas crea un uso innecesario y desgaste.
Cómo limpiar y mantener tu silla de oficina
Aquí hay algunas buenas prácticas que pueden mantener la salud de tu silla dental. Aquí las mejores formas para que cuides de tu silla:
Mantén una rutina de limpieza: Fijar un momento cuando limpiarás tu silla es muy útil y debes adherirte a ello. Puede ser diario o semanal. Es mejor recordarlo a través de una rutina.
Arregla las cosas tan pronto como sea posible. Por ejemplo, cuando algo parece estar mal en la silla - puede haber un corte, una pieza podría estar desgarrada - córrigelo lo antes posible. Nada está mal que pueda desarrollarse en problemas mayores.
Informa a todos los que usarán la silla sobre el mantenimiento adecuado y sus requisitos para que no ocurran errores. De esta manera, tu silla se mantendrá en perfecto estado cada día.
Toma el cuidado diario para que no falle
Un simple mantenimiento diario de tu silla dental las mantendrá en buen estado y extenderá su vida útil. Así es como se hace:
Limpieza Diaria: Limpia tu silla todos los días con un limpiador suave y un paño húmedo. La limpieza regular evita que la suciedad y la grasa se acumulen.
Inspección, siempre verifica si tu silla necesita reparaciones; busca piezas sueltas o hilos que puedan dañar la silla con el tiempo. Asegúrate de que todas las partes estén en buen estado y sean seguras para los pacientes.
Aceite para Partes Móviles: Si tiene partes móviles, como el ajuste de altura, ponles un poco de aceite. Esto hace que funcionen correctamente y previene el desgaste.
Etapas Clave para un Cuidado Duradero
Aquí están los pasos más importantes a seguir para asegurarte de que tu sillón dental dure muchos más años:
Revisión Periódica: Llama a un técnico experimentado para programar revisiones regulares para tu silla. Ellos también pueden ayudarte a mantenerla y reparar cualquier problema que surja antes de que sea grave.
Capacita a tu personal: Asegúrate de que todos en tu equipo estén capacitados sobre el proceso correcto de limpieza y cuidado de la silla. Esto ayuda a prevenir daños y mantener la silla segura y efectiva para todos los pacientes.
Documento: Registra el momento en que limpias o reparas tu silla. Tus registros al menos proporcionan alguna manera de recordar lo que se hizo y cuándo, para que el mantenimiento futuro del equipo sea más fácil.
La medida del éxito para tu práctica es el cuidado preciso de tu silla dental. Limpiezas regulares, verificaciones de problemas y una cubierta cuando no esté en uso pueden ayudar a mantenerla en buen estado durante muchos años. Todo esto asegura que tu silla dental pueda continuar trabajando a tu favor en el bienestar de tus pacientes, manteniéndolos seguros y cómodos durante sus citas.